Rompiendo ligaduras del pasado,
frustrado en desenlaces de penuria,
encuentro la razón de mi existencia
en nuevas y excitantes aventuras.
Olores de frescura que dislocan
un éxtasis de euforia incontrolada
en vientre de placer hiperactivo
que abrasa los olvidos que me amargan.
Los besos de la muerte son mi juego
y en ellos la ruleta se detiene,
el tiempo del ayer está presente
viviendo frustraciones delirantes
con nuevos compañeros de sosiego
que no tienen futuro ni mañana.
Agujas que introducen en la sangre
sustancia venenosa y desenlace
en náuseas de angustia que provoca
un cuerpo transformado por ahora,
y esclavo de la droga, que me mata.
Cecilio Navarro 13/10/2015
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