Dolorosa cae la espada sobre los valientes;
cortando la carne de la paz,
Y la sangre brota a borbotones,
manchando el horizonte tan rapaz.
Concediendo entonces el destino,
Obligando a todos a callar;
Marchitando vidas sin sentido,
Consagrando en todas partes la maldad.
Despierta ya hermano mio,
Juntos debemos avanzar.
Esta en nuestras manos,
El cambio,
La bondad.
Descance en paz y bajo historia la violencia.
¡Que vivan la vida, Y la amistad!