Eres mi principio y seguramente mi fin.
Eres la ternura descrita por aquel poeta
que muestra divinidad hacia ti.
Sólo se que tu lo eres todo y que sin ti,
no me quedarían razones para existir.
Por favor, déjame besarte y acariciar
tu rostro por última vez,
esta es mi promesa y no la pienso romper,
a ti siempre te amaré y nunca te olvidaré
en mi corazón y mente... tu nombre guardaré.
Autora: Sofía Q. L.