Necrofagotimes

Ab/suelto.- (14/10/2015).-

Ya llegada mi hora, genuflexo y cabizbajo,

Han de pesar mi espíritu como yo el de otros he pesado.

Podrán reprocharme las formas, los desvelos,

Las cuotas de hambre atiborrado en las venas.

Podrán adjudicarme –no en vano- un sinfín

De ostentosas masacres al sentimiento.

(Fui de los que prefieren la juiciosa tripa al ingenuo corazón)

Pero no podrán, ni aunque traten,

Acusarme de tres pueriles cosas:

Yo jamás he extrañado a quien no está.

Yo nunca he compadecido a un igual.

Yo nada he olvidado de cuanto viví.

 

No obstante, habré de hacer en esta mañana

De nubes rocambolescas y tamarindos,

Una pausa para doblegarme

Minuciosamente a tu ausencia,

A no poder retenerte en mis actos de árbol

O dibujarte en mis prestidigitaciones mancas.

Y así, con mansedumbre y humildad de asno,

Jurar que me haces falta, que deseo

Vuelvas a tu lugar de primer motor inmóvil de mi vida.

 

Empero, esta  tarde temprana,

Pasada la siesta del sopor y el mal augurio,

No podré menos que esbozar una sonrisa penosa,

Una mirada amarguísima que moje pañuelos

Y deshaga mundos de sujetos para rebajarte

Como si merecieras y necesitases de limosna

Que te arroje una moneda a la cara.

Y así, con esta caritativa soberbia, tan libre de manchas,

Plañir tu destino como si el mío fuera triunfal.

 

Sin embargo, pintada la noche

Oscura y radiante en mis núbiles pupilas,

Será sólo cuestión de morderme el labio,

Apagar la música, mirar un punto vacío en una pared

O un espejo, dándome cuenta que se ha deshilachado

El manto de recuerdos que tejía nuestra historia.

¿Tu nombre? ¿Tu piel? ¿Quién eras?

Y así, bebiéndome un silencio que no diga nada,

Dejar que el Leteo te lleve corriente abajo.

 

Podrán inculparme hasta el averno de tantos crímenes

Mas quedaré absuelto al final:

Por vos no hice todo lo que pude;

Pero hice lo que jamás hice por nadie.