76.
ZANAHORIA, HUEVO O CAFÉ
Un acólito preguntaba a su maestro como seguir adelante a pesar de los problemas de la vida. Estaba cansado de luchar.
Su maestro lo llevó a la cocina del monasterio. Llenó tres ollas con agua y las puso sobre el fuego. Cuando el agua hirvió, puso en una la zanahoria, en otra el huevo y en la última el café.
Apagó el fuego y puso los elementos en un tazón. El acólito tocó la zanahoria y notó que estaban blandas, rompió el huevo y vió que estaba duro. Finalmente probó el café y sintió un rico sabor.
- \"¿Qué significa esto?\"-. Preguntó el aprendiz.
- \"Los tres elementos han enfrentado la misma adversidad: agua hirviendo, pero han reaccionado en forma diferente. Como has visto: La zanahoria llegó al agua en un estado duro, pero después de pasar por el agua hirviendo se ha vuelto débil y fácil de deshacer. El huevo ha llegado frágil, pero con el agua caliente su interior se endureció. Los granos de café, en cambio, han transformado el agua\"-. El maestro lo miró y volvió a decir.
- \"¿Cuál eres tú?- le preguntó- ante los problemas, ¿Cómo respondes? ¿Eres una zanahoria que parece fuerte, pero cuando la adversidad y el dolor la toca, se vuelve débil?- guardó unos segundos de silencio y continúo- ¿Eres un huevo, que después un serio problema o una situación extrema se ha vuelto duro, rígido y amargado?-de nuevo guardo silencio y después término por decir- ¿O eres como el café?, que puede cambiar el agua hirviendo. Cuando llega el agua llega al punto de ebullición, el café alcanza su mejor sabor. Por eso, si eres como el café, cuando la vida se pone peor, tu reaccionas mejor y haces que tu alrededor cambie para bien\"-. Dijo finalmente.