HERMOSA DE OJOS TRISTES
La noche fría y húmeda carcome mi integridad
Tus ojos tristes, invaden el camino de la soledad
A veces se ponen saltones, que resaltan en la oscuridad
Quisieran hablar a lo lejos, pero la brisa no deja escuchar
Tus ojos tristes mujer, esconden secretos que no quieres revelar
Serán que están ciegos de tanto placer y amor por dar
A veces quisieran dejar de mirar, sin esperar ni preguntar
La tristeza se refleja en tu rostro, tu silencio, quisiera acallar
Con tu mirada ida y a lo lejos, pareciera que se fuese la vida
Que derraman lágrimas de llanto, humillada y perdida
Que levantan las penas de tu alma, acongojada y sufrida
Un manto cubre tu rostro, como sombra desvanecida
Tus ojos tristes, no tienen lágrimas, vacías las cuencas han quedado
El dolor acecha tu rostro en llanto perdido y profundo
La luna ilumina tu sombra, la soledad, en silencio se ha marchado
Los destellos del amanecer, han vertido tu pasado de errante vagabundo
El final del horizonte, se torna lúgubre y vacío
Como las playas, sin arenas ni burbujas de mar
Que reflejan tu mirada, llenas de fantasías, pausadas de tu caminar
Donde el pasado se convierte en eternidad, de ojos sombríos, abandonar
Tus ojos tristes, recorren la llanura, como ciego desbocado
Llorando lo trillado, con ruegos que acechan lo buscado
Como quisiera verlos brillar y la alegría del beso deseado
Los luceros en la noche callarán, en mi regazo exclamado
Ojos tristes que me miran y me hieren el corazón atormentado
Ojos tristes que me hacen suspirar y mi mente desvelar
Ojos tristes que me engañan de reojo, con tu mirada acariciado
Ojos tristes que callan mis gritos lastimeros, sin eco, poderlos encontrar
Que hay en tu mirada, que parece un camino desierto y polvoriento
La agonía triste ojeada, sin horizonte perdida clama
Algo me quieres decir, con tu tristeza me hiere el sentimiento
Como abrir tu corazón de alegría, con llanto que por mí, derrama
El amor brilló en tus ojos, pasando de tristes a radiantes
Hipnotizó mi mirada perdida y lamió mis labios sangrantes
No quiero besos de nadie, solo los de mi querida amante
Que la brisa húmeda calme mis ímpetus, de ésta mujer inquietante
Que las lágrimas recorran nuestros cuerpos, desnudos flotantes
Acompañados de la luna, que esta noche sea para los dos, gratificante
El rocío del amanecer nos coja en un sueño de amor incesante
El fragor de nuestros cuerpos, sea el silencio, de los ángeles agonizantes
Que no haya soledad, ni tristeza, adiós a toda melancolía
Qué importa que la noche nos arrope al fragor de un nuevo día
Desterrar la tristeza de tus ojos y brille por siempre la alegría
Olvidemos tu mirada perdida, ya que todo pasa y todo se olvida
Tu amor me clava la mirada, como huracán con ráfagas desmedido
La alegría de tu corazón, abarca todo mi ser, en tu cuerpo perdido
Como rosas del jardín florecidas, en las manos de mi mujer querida
Cierra tus lindos ojos, para declamarte un susurro de amor, sin luz encendida
Tus ojos tienen sabor, de amor sin llanto
Quisiera pedirte que desabrocharas el hinojo de tu encanto
Para ver en su interior, la ojeada alegre que hoy quebranto
Vivir unidos por siempre, sin la mirada que nos arrebató y nos llenó de espanto
“joreman” Jorge Enrique Mantilla – Bucaramanga sep 12-2015