Yo no soy poeta.
Y tú no eres un poema.
Por eso no suelo leer tus versos
ni metaforizarte en los míos
más de 3 veces al día.
Mi mejor intento es cerrar los ojos.
Saberte nada, saberte
tu tinta azul
indeleble,
inexistente,
en mi cuaderno de los jueves.
Pero no soy poeta,
no me da tiempo (o coraje) de serlo
cuando a p a r e c e s t ú .
Tú que no eres un poema.
Pero igual llegas,
pidiéndome que lo intente
(eso de leerte, escribirte,
tallarte en la pared de mi obsesión)
Aunque no pueda.
Carlos Alcaraz
16/03/10