GuillermoO

Pequeño poema

 

labio de la muerte: aléjate

orfandad: dame el pan robado

pupila: hazme dormir mi sueño como un navío que en rápido aliento

surque las aguas oceánicas de la tierra

 

y tú, amor,

con la proa entre las olas,

adivíname;

después, despiértame:

juntos hemos de recorrer el mundo.

 

G.C.

Direc.Nac. del Derecho de autor