ALVARO J. MARQUEZ

YO LOS VI...

“Asegura siempre el escritor/ que según lo registra su memoria,/ puede haber una historia sin amor,/ pero nunca un amor sin historia”.

Yo los vi y no se creían observados,
ni se ocupaban de mirar a los lados,
sólo unir sus cuerpos les importaba.
Sol y luna, en un eclipse inolvidable,
el mar los miraba celoso, indomable
y allí su oleaje con furia aumentaba.

La luna desnuda le lucía sus pechos
y aquel mar contemplaba los hechos
inmenso, bravío y tan majestuoso…
Ante el afán de ellos de estar a solas,
rompían en las costas furiosas las olas,
como reacción propia de un mar celoso.

Yo los vi cómo se amaban sin pausas,
quizá eran la noche y el viento causas
para esa pasión así… tan descubierta;
el sol erecto como nunca e imponente,
hizo que pensara que era sólo mi mente,
pero ellos escribían una historia cierta.

Fue especial escuchar a la luna gemir
y ver al sol enamorado y poético decir
que era para ella su brillo tan radiante.
Testigos tantas estrellas en los cielos,
de las palabras del mar lleno de celos,
gritando que él podía ser mejor amante.

¡Yo los vi! Y no sabían que los veía,
la luna orgásmica ¿quién lo diría?
Y el sol muy ansioso la penetraba.
Me pareció que en algún momento,
participaba en aquel coito el viento,
porque en pleno orgasmo soplaba.

Ah mar… cuántos celos en ti noté,
tanto, que a una conclusión llegué
y es que debes mi amigo, resignarte;
la cúpula celeste es como una alcoba
y si allí el sol a ella sus besos le roba,
¡ya la luna no tendrá besos para darte!