Pongamos que se llamaba Roberto
el quijote que corrigió mi infancia,
quien intervino a corazón abierto
al pibe posmoderno que no escancia
ni vino, ni tu mito, ni Penumbras
que amainen el directo Yo te amo,
que lo cursi se vuelva Olga que alumbra
el Cómo te diré que no soñamos.
Quisiera una muchacha, una guitarra
pera seguirte Sandro en esta farra,
adorando tu cielo demodé.
Quisiera haberte robado Las manos,
ser negro, ser judío, ser gitano,
ser pucho y pulmotor y 5º D.