Qué fácil es perderse en un mundo de alcohol y drogas, de ilusiones y mentiras. Un mundo en donde los cuchillos son seda y la sangre es caramelo, donde no tienes que enfrentar problemas porque ya no existen, donde no tienes que pensar porque ya no existes, un mundo donde te desconectas de todo lo que es, fue y será real. Qué fácil. Pero pronto sale el sol y se acaba el encanto, llega la hora de apagar el cigarro con los pies descalzos. Ven, únete a la fiesta, pero ten presente que todo tiene consecuencias...