Has conocido solo mis mejores partes,
mis gestos, mis sonrisas, mis miradas, y de ellas te enamoraste.
En mi carisma te refugiaste.
Pero no me conoces, no sabes que tan solo soy un loco, bohemio ladrón de sueños.
Que aparece por la noche para acorralar tus pensamientos, adueñárselos, crear bellos momentos e impregnarlos de dulzura.
No me pienses como un ser divino, que no se tropieza en su camino.
Y es que tan solo soy un hombre, con el alma de poeta, pero al fin y al cabo un hombre,
que se equivoca, que miente, y de algunas cosas se arrepiente.
Tan solo soy un loco, bohemio ladrón de sueños, que se emborracha para aliviar penas,
que se envuelve abrazándose entre el humo del tabaco mientras toma su café,
que te recita poesía y se acerca a tu boca con la excusa de probar el sabor de tu sonrisa.
Tan solo soy un hombre, con el alma de poeta, pero al fin y al cabo un hombre, solo un loco, bohemio ladrón de sueños.