Mi vida es simple aquí, leo y escribo,
intento ir conversando con la gente
sencilla y tan humilde e inocente
que llevan adhesivos y en su mente
un naranjo pintado y un olivo.
Todas las tardes, llueva o haga frío,
cuidando mi salud doy mi paseo,
al tiempo que yo pienso y me recreo
en lo que creo, veo que no veo,
lo que se mueve, todo, en torno mío.
Difícil conversar y distraerme,
como no soy de aquí, no tengo amigos,
es un pueblo que no produce higos,
ni pinos hay, carrascas, verdes trigos,
donde yo reflejarme o pueda verme.
Tan feliz, me arrebujo con un verso,
cual le atañe a quien es advenedizo,
o ese niño que un día primerizo
remira el garabato que ayer hizo
soñando ser pintor del universo.
©donaciano bueno.