Que la vida es un cuento nadie lo duda
que los que la bendicen solo son cuentos,
pa’ tapar las heridas usan ungüentos
y cuando no hay repuestos piden ayuda.
Que nunca nadie sabe por qué se nace
si al acaso dios hizo una travesura
e implicarnos debió en esa aventura,
jugando con nosotros, hace y deshace
Pues sólo monigotes, las marionetas
vamos al son que dictan otros tocando,
sin conocer el cómo nos vienen dando
por qué a todos nos mandan a hacer puñetas.
Solo los sueños tienen algún resquicio
por donde nuestros ojos ir asomando
para fuerza cogiendo e ir caminando
antes ya de asomarnos al precipicio
Pues somos como flores que un día brotan
las más afortunadas, que otras son cardos,
todos hijos de dioses, todos bastardos,
los restos de un naufragio que apenas flotan.
©donaciano bueno.