Sentí ayer, que ser feliz era una utopía,
yo fui caracola ante una ola bravía,
las noches heladas mi única compañía
y en mi lecho, puras sábanas frías.
Sentí ayer, que ser feliz era sólo una idea,
fui gaviota golpeada, por veleta marinera;
los días no pasaban, sólo sed en la nevera,
mi boca no sintió la tuya, fue mi boca una pena.
Sentí ayer que el sol no me alcanzaba,
fue sentirme presa por angustias reclamadas.
La Luna cada noche de mis penas lloraba,
mi risa no era risa, era una mueca dibujada.
¡Pero eso fue ayer y hoy ya es otro día!
Brillan hoy mis ojos, contagiosa es mi alegría;
salgo sola a la calle y mi mirada te desafía,
me aventuro toda feliz, felizmente convencida.
Sacudo los tantos temores, las duras embestidas;
despido las esperas, que lastimaban, sometían.
Siento que para siempre yo soy tu consentida,
abrigándome el alma, evitando una caída.
Hoy ya siento el sol, procuro detener el día,
me parecen pocas las horas, disfruto tu compañía.
Ya no hay sufrir, no hay dolor, ya no hay más pena,
del ayer sólo quedó... algún verso en este poema.
16-10-2015
Isis M, soñadora
CUARTEL