Lágrimas rodaron sobre mi tristeza,
Fue en Junio, cruzando el crepúsculo,
Me dijiste aquel adiós que se clavo cual daga,
Desde entonces no se dónde van tus pasos,
Si piensas en mi, si guardas mis poemas,
Si sueñas todavía los castillos construidos
A la orilla de aquella hermosa playa.
Pereció la esperanza de una brisa,
De aquél viento con perfumes del Caribe,
De aquel hogar con las risas de ese niño
Que ya no correrá a mis brazos,
Ni besará mis mejillas, ni dormirá en mi regazo.
Y aquella hamaca, la recuerdas?
Jamás mecerá nuestras añoranzas.
Obligo a la razón para que no se vaya,
Porque la lucidez, cual pez, se escapa,
Es que acaso jamás se cruzarán los pasos
Que antes fueron deliciosamente paralelos?
Me haces falta, no imaginas cuánto!
Nunca olvido tu acento enamorado
Mucho menos los encuentros tan traviesos.
Cuando anuncie alguna vez el noticiero
Que desposas tu amor con un extraño,
Será entonces que el requiescat finiquite
La ilusión que se colgó de tu madero.
Te miraré con ojos de ermitaño
Y gritaré que tu dicha no hace daño,
Aunque sienta en el fondo que me muero!!!
(VOZDETRUENO)
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