Éramos nodrizas alimentando el AMOR
Hoy me vuelvo poesía, sustento de pan,
Luz, y armonía con la VIDA.
Hoy quiero decir;
que tuve un AMOR derrochado,
basto, sobrado, amanecido, desatado,
fuerte, valiente e intrépido.
Me amó cómo nadie,
me besó cómo nadie,
Y me hizo poesía como nadie.
Besamos la luna, amamos el sol,
oímos canciones y bailamos un son.
reímos, jugamos,
VIVIMOS con fuerza,
y coraje este AMOR.
Suyo y mío, pasión, volcán, fuego,
ardentía, en los ojos de la luna.
Abrazo que amanece en el mismo lecho,
con la mirada, en la mirada
con la piel, en la piel,
con el ser, de los dos.
Antes, después, no fuimos,
y eso nos causaba dolor,
pena, de no haber sido antes.
Amamos tanto amarnos,
Que ahora, no conozco otra manera.
Estar lejos, nos juntó,
nos amaneció el AMOR en marzo,
fuimos nodrizas alimentando el AMOR.
Cobijamos con fuego la pasión,
Y ardía en llamas tenernos.
Amar así; enriquece el alma,
el espíritu, la caricia, acaricia el alma,
sin estar, nos dimos todo.
A tiempo y a destiempo perdonamos
las injurias, cuando padecíamos
de celos, por no estar juntos.
Abríamos el cielo todos los días para vernos,
y nos llovían bendiciones en cada beso.
Porque el verdadero AMOR, es bendecido.
Alicia Pérez Hernández
Escribo lo que pienso… para hacerte pensar
Todos los derechos reservados©