Harto estoy de que te irrite hasta mi aire,
si no quise molestar, a qué sufrir,
no me fuerces a que me tenga que ir
si deseo rehuir a tu desaire.
No sufras más por mí, no es necesario,
pues árboles más altos han caído,
no quiero ya aspirar de tu incensario
ni arroparme cual pájaro en tu nido.
Que sin ti sigue el mundo dando vueltas
lo que cambia sólo es el escenario
del libreto simple unas hojas sueltas.
Las aguas que en el río andan revueltas
retornarán a su confesionario
y por gracia de dios serán absueltas.
Y una vez que las penas sean disueltas,
excluido del entorno su mal fario,
a su cauce legal serán devueltas.
©donaciano bueno.