Llenar mi vida de emociones,
De la más nítida alegría,
Llenar cada instante del día
De las más gratas sensaciones;
Comprender muchos corazones,
Sanar toda melancolía,
Iluminar toda agonía,
No con promesas, sino acciones;
Disfrutar sin una medida
De aquellos mundos sutiles,
Restaurar la fe, ya perdida,
De aquellos lejanos abriles;
Mostrarles aquella salida
Que no pueden ver los gentiles…