Al escuchar cantos antiguos
vienen a mi flechas de amor,
vienen a cantarme vida
y también a cantarme dolor,
a enseñarme que una herida
con el canto se hace flor,
que las canciones en el alma
son promesas de amor
que los boleros y rancheras
son promesas de color;
pues, tu voz estremecida
es mi esperanza perdida
disfrazada de canción.
Cada noche en insomnio
escucho las notas del corazón,
cada noche es un conjuro
que te llama entre sollozos,
en mis sueños te escucho
cantando la canción de amor
que interpretaban los pájaros
cuando nos sorprendía el alba.
Entre interludios me duermo
y aun semidormido,
temprano yo te siento,
el alma se inquieta al oír tu voz,
se incendia mi cuerpo,
se enreda mi psique,
y se desborda una caricia secreta.
Tu voz y mi alma en un pacto de dos,
son otras voces, que nadie mas escucha,
porque son nuestras almas amándose,
decididas y discretas,
con los anhelos fundidos en un crisol
de vida o tal vez muerte.
Una voz pugnando por vivir,
insuflada en mi alma
que estaba muerta.
Canción de amor en una historia
que se vive en momentos,
en besos burladores,
en tiempo y distancia,
con la única meta
de crear nuestro destino,
y así vivir otro cuento de hadas.