Hoy, reverdecida, por mis años vivos,
en un jardín con rosas, de rojos teñidos
Hoy, más que nunca, mi cuerpo finamente
erguido, sin pena, ni angustia, de ti
me despido
Hoy con rímel de carmín fugaz, y una
tibia sonrisa ahuecada , me atrevo.
Y a la sana soledad, vuelco mi destino.
Hoy, ni mañana, buscaré sentirte,
en esos lugares, que hemos compartidos
Hoy, beberé, en tu copa, como si en ella,
no hubieses bebido
Hoy alcanzaré, el sueño, dormiré sabiendo,
Que estás en tu cama, con la otra, la primera,
la que lleva tu nombre y apellido.
Quizás se ha notado, algo en mis ojos,
como si hubiera llorado,
pero no, es sólo que he reído, y
la risa, a veces provoca un llanto,
un llanto , no sentido