Cristian Jovani

CAROLINA

Quizás tu sonrisa desataste hacia mí,

tal vez un recuerdo dio esa expresión en ti,

pero cada milésimo de segundo, rodeaste mi vida

y la enjaulaste, allí me aprisionaste.

¿Cómo sabrás que aquella tarde, no fue en mí solo mi camino?

Preparé la ocasión de mi deseo,

hasta orillar el decoro que me dejaba tu apariencia,

tu decencia.

¡Oh, tez morena! ¡Oh, iluminantes ojos!

abundantes como un océano;

siempre en oro tu delicadeza encrespada,

y de muchas flores tu fragancia.

Falto aquella tarde mis palabras y tus palabras decir;

tú que nunca serás y fuiste un ayer.