Media vida ha pasado sin saber de ti,
inútil la espera de mi alma
que no acepta que ya te perdí,
dejaste un beso postrero temblando
en mi boca en ese cálido día de abril,
que al perderse en mi memoria
el cielo se me ha vuelto gris.
Ya lo sabía, más no me atrevía
a aceptar lo que yo en tus ojos intuí,
al sentir lejana tu alma,
tu beso frío y tus palabras secas,
y aunque miraba que eras tu
quien partía como daga filosa
un artero escalofrió me manipulaba
para luchar y no desistir.
Un denso silencio me envuelve,
es la muerte del alma traicionada,
fui solo un juego tuyo infértil,
medroso, insincero que ha despedazado
mis ilusiones y anhelos.
No queda mas que rendirme,
dejarte ir con lágrimas oscuras,
con lamentos callados,
sin temblores en las manos,
ahora más que nunca
debo llenarme de fortaleza,
ver sin temor como se aleja tu recuerdo,
omitir en el interno el alejamiento
de esos momentos contigo,
en pocas palabras olvidarme de ti.
A partir de hoy reconfirmo porque
yo creo en el amor,
en ese amor perfecto
que tanto espera mi alma
y que en esta vida o en la que sigue
ha de venir, es tiempo de alzar la frente
y cubrirte de olvido ,
regresar al pasado sin dolor,
reconocer que no fuiste para mi
entonces, ni lo eres ahora,
al tiempo ya lo comprendí,
ahora solo espero el momento
que la risa vuelva a mi,
solo en ese instante sabré
que de nuevo comienzo a vivir.