No fuimos
ni seremos
cantos,
noches estrelladas
o pastos primaverales.
Tú no esperas
a mis soledades
sin perdones.
Miradas descifradas
por mis quimeras
Conforme a mi
el destino: padre
domina el mundo,
toma mis manos
para llevarme
lejos
Para qué
usar tus palabras,
que son pocas,
en mi?
en esta hierba
seca de verano
seca de fe
seca de esperanza