martha martinez velo

CONTRADICCION

Busco el amor dije a los caminantes,

que pasaban de largo sin siquiera mirarme.

¿Dónde lo encuentro?, ¿alguien puede ayudarme?.

Pálida la luna, asomó tímida en la noche tibia,

mis pies cansados comenzaban a pesarme, 

¿dónde está el amor? un hilo de voz quedaba

solo recuerdo del ahínco con el que empecé mi viaje.

Ahora agonizante, ya sin energía de seguir buscando

recosté el entumecido cuerpo, bajo el cobijo de un gran árbol.

El sopor ganó y los sueños empezaron a inundarme:

la bella sonrisa de un infante, los pies descalzos

la boquita seca, los ojos lastimosamente hambrientos

si de pan o de protección no podría excusarme,

porque le dejé llorando y seguí buscando.

Luego la mano extendida de una viejecita ciega

que pedía a gritos que alguien le pusiera una moneda,

no paré porque me distraía de lo que yo buscaba:

ansiosa de encontrar el amor, que tanto gozo prometía.

Después apareció un hombre de brazos fuertes y

mirada franca, que su casa  y sustento me ofrecía

si me detenía   del  ejercicio de la loca búsqueda,

nada me detuvo porque el amor estaba ya a la puerta.

Mi tiempo se ha acabado y en este sueño de agonía

comprendí entonces lo contradictorio de mi proceder

pues en cada gesto, en cada camino, a la vuelta 

estuvo el amor,  lo encontré y me seguí de largo

sin reconocerlo:  ¡ lo dejé plantado !

MAVEL