Buscando entre mis recuerdos
tu imagen sin querer invoqué
me sentí en desacuerdo
pensar que me equivoqué.
Yo era un niño iluso
que a hombre intenté jugar,
pero fuí tan insulso
que mira a donde fuí a parar.
A extrañarte noche a noche
años llorando tu despedida,
yo adentro del coche
y tu desde la ventanilla.
Como duele ese recuerdo
siento que lo revivo,
pues mi conciencia remuerdo
sintiendome menos vivo.
Años pasaron ya, desde aquél dia
me siento como ermitaño,
dolió tanto tu despedida
no sabes ¡como te extraño!.
Hoy vives en mi mente,
pensando si volverás algún dia,
me encuentro siempre ausente
como sin noche y sin vida.
Quisiera tan solo mirarte
un dia quizá me decida,
abrazarte y poder besarte
aunque sea la despedida.