Huérfana de tus besos,
pasajera de tu insomnio,
Luna sin escrúpulos
bañada entre tus ojos.
Negras luces de sombras
para náufragos distraídos,
son las estrellas de tu rostro
como pétalos dormidos.
Sueño en la noche
el crepúsculo de tu mirada
y sin darme cuenta,
mi mundo ya se apaga.
¿Por qué no habría yo de viajar
a la orilla de tus desvelos,
sosteniendo tus ojeras
y quebrándome el cuerpo?
¿Qué haría yo sin un invierno
entre tu piel?
Desamparada mujer,
sin dulzura ni alimento,
eso me espera ser
si con tu ausencia
yo me encuentro.