La sabiduría es el don de aprender de todo lo que nos rodea.
De reflexionar y dejarnos tocar de las experiencias que vivimos.
El sabio es aquel que logra aprender aún del sufrimiento, de las cosas \"negativas\" de la vida.
El que logra percibir los fracasos como ocasiones u oportunidades y no como catástrofes.
Es el que se sacude después de la caída, ríe y continua su camino.
Es quien desarrolla un agudo sentido común.
Quien sabe hacer silencio y es capaz de escuchar.
El sabio no es solo el que estudia.
Mi abuela Magdalena, la madre de mi madre no sabía leer,
pero llego a ser una mujer sabia: respetuosa, amable, educada, sensible, directa,
sincera, generosa. Se purificó en el crisol de la vida y llegó a ser humana y plenamente sabia.
Por esto mismo siempre he pensado que “el hombre es verdadero, tanto en cuanto es sabio”.