Gracias por tu amor,
decía la carta,
gracias por tu amor,
aun no siendo mía,
gracias por tu bondad,
y el candor de tus ojos,
gracias por tu mirada,
con guiños al pasar,
sé que nunca
me amarás,
mis intentos
son vanos,
flotan en el aire
mis ansias,
rodean tu cuerpo
mis locos deseos,
no sé si estoy ciego,
o es un espejismo,
a veces creo
que me amas,
otras,
recorro mis sueños,
y en todos,
me dices no,
tu perfume
me embriaga,
y estoy borracho,
sin una gota tuya,
mujer de una,
y miles de virtudes,
mujer lejana,
nada mía,
hazme un lugar
en tu nido,
arrúllame,
siento frío,
dame tu calor,
dame resiliencia.
quiero vivir,
en tu noble corazón,
gracias por tu amor,
decía la carta,
miénteme,
dime que eres mía.
Víctor Bustos Solavagione