EL PECADO
Otro día, fui a la iglesia
quería hablar con el padre
y cuando conté en confesión mi pecado
me sentí de tal manera culpable
que quería morir,
no sabía la gravedad de mi pecado.
Cuando no conocemos la ley
no sabemos de la gravedad del pecado.
Así es la vida
si no nacemos
no sabremos nada de la muerte.