John morales

Por donde pasa el diablo

 

Por donde pasa el diablo en un suspiro

solaza exactamente en su cüerno

un Viernes Santo del humano herido,

y dobla su sustancia hasta el averno.

 

La noche oscura enfrenta al Enemigo,

«¡Seguidme!», están gritando viles voces

que van crucificándose conmigo,

ondeando guadañas muy veloces.

 

Del madero la muerte ¡Ay! aletea,

herida en propio mármol cenagoso

y se llena en blasfemias y golpea.

 

Idos ya , que el Longinos ha caído

de pecado y de vino y anchos siglos

y en sus altares el dolor ha ungido.

 

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David John Morales Arriola