John morales

A la diestra de mi existencia

Estoy sentando aquí; por esta diestra

del Padre Nuestro, de la absurda ciencia

donde un día maldije mi existencia;

enciendo mi palabra que siniestra

 

percibe reflexión en sus azores.

Un cascabel violento de luceros,

es un Pegaso nítido de Eros;

amor que sólo trae mil dolores

 

que se abaten sin voz en tu garganta

al medio de un corcel azul vigía

que se ondula en un continente rojo.

 

¡Ay! pena de hombre, que en su mal se espanta:

llora, se enferma, se solaza un día...

luego el cuervo se lleva hasta su ojo.

 

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David John Morales Arriola