Marce lino pan y vino

MUERTOS QUE HABLAN

MUERTOS QUE HABLAN

Con la boca cerrada  

las manos prensadas apretando un arma  

la sangre llenaba un charco

debajo de su cuerpo

los ojos aun abiertos

trágicamente decían

que no era ningún santo

y ahora habría que ver

o más bien oír

que dicen sus poros

sus cosas y su estómago  

todo lo van averiguar

destapar y abrir el cuerpo

hasta saber todos sus secretos.

Es la realidad de la vida de hoy cotidiana

sin frenos y con violencia

que nos lleva esta sociedad sin control  

desplomada en venganzas y negocios

despiadada sin aprecio por la vida.

Es tiempo de determinar

y dar un parao a todo esto

ya la humanidad se ha pasado los límites

que hay entre lo humano y lo animal

entre lo decente y lo infrahumano.

Ya es tarde para nosotros

hemos sembrado esta semilla de maldad

y la cosecha va a ser muy amarga.