Y oi una voz misteriosa que llegando,
Hasta el fondo de mi corazón hablo.
“simple mortal ¿quieres ver al creador?”
Asómate a tu alma y medita con fervor,
Encamina tu sendero a su paraíso de amor
Allí encontraras la paz, felicidad e ilusión.
No te alejes de su senda que será tu perdición
Y adorándolo de hinojos eleva tus ojos al sol,
Lo veras en los parajes que se cubren de verdor,
En las selvas, en los bosques, en los mares y en la flor.
Lo veras en los desiertos, en sus arenas de ardor,
Lo veras en todo aquello que exista a tu alrededor.
No te aflijas porque ahora, todo en la vida es dolor,
Bebe el cáliz del martirio hasta vaciar el licor
Que hallaras la recompensa que premiara tu fervor.