El Sol ha huído. Tras de los cristales
se acumula la noche silenciosa
y ajena. La noche es una cosa
que sólo les ocurre a los que salen.
Aquí, risas y copas generosas
de brindis. Un rato de alegría,
de espacimiento y buena compañía,
y volverá mi soledad untuosa.
Miro tras el cristal la noche negra
y veo tus blancas carnes que me alegran.
Te vislumbro en las sombras y me pierdo
por un instante, sólo en tu recuerdo.
Un momento me fui. Pero ya vengo.
Hoy sólo hablé con vos. Y no te tengo.