Una copa de olvido ahogando mi recuerdo,
y en mis suspiros el dolor trepidando.
Recuerdo aquel aciago día de octubre,
cuando bebí una copa de olvido en tu nombre,
evocando tus besos con llanto en mis ojos,
el frío entumecía más que nunca mi cuerpo,
mi corazón se apagaba, no resistía,
en mi sendero se silenciaba la algarabía,
las palabras y los besos de amantes
enmudecieron de un momento a otro;
atrás quedaron la pasión y los deseos,
sin ansias, ni caricias ardientes,
mi alma enloquecida rasgó su velo,
velo de blanco arrojado al viento,
el amor donde me sostenía, se esfumo,
y aquel lugar consagrado e íntimo,
apago sus luces de efímera fantasía,
mientras me derrumbaba tu indiferencia,
una copa de olvido y en mis sollozos
se ahogaron por siempre los sueños
al son de un devastador adiós…
LUNA Y POESÍA
22.10.2015