De este bar, nadie sabía.
Pero se comentaba:
Que si los hombres llegaban
tristes e infortunados
se iban sintiéndose
como héroes proclamados.
Las mujeres que entraban
sin ningún horizonte,
encontraban el rumbo
como líderes de un cohorte.
Y es que en el ambiente
había, un extraño misterio
era un no sé qué
que estallaba
desde cualquier rincón,
de este pequeño agujero.
Era un éxtasis que empezaba
al pronunciar la palabra el dueño
La vida es un pequeño bar,
todos llegan sin nada esperar
más que un efímero momento
se sirven dos o tres tragos
se disfruta del leve destello
y todos nos vamos
sin saber qué cosa hicimos
mas se ríe y se llora
con lo poco que vivimos
Es la vida, mis amigos.