Cuando llegaste a mí
no supe que decir
me dí cuenta enseguida
que eras para mí
y justo estabas ahí
con tu cálida sonrisa
y tus ojos negros
me hacían pensar más en tí...
Solía no creer, en realidad
pensé que jamás llegarías
solía recordar amores fallidos
para llenar vacíos...
y el dolor era mi felicidad...
Pero ¿cómo puede ser?
Si en vez de sufrir debería gozar,
dejar atrás el dolor y ser feliz...
Y todo esto fue así..
has cambiado mi modo de vivir
he dejado de vivir para sufrir
he empezado a crecer y sonreír
Y en esta misma realidad
comencé a creer en ti.