Si abrieses otra vez mi corazón
no volvería a despreciar la vida:
con júbilo en mi rostro tomaría
mis infinitas cruces con valor.
Si llamases de nuevo, con ardor
tus santísimas llagas besaría,
y nada más que tú me importaría.
¡Tú solamente! ¡Tú y tu suave amor!
Pero mi luz está apagada y muerta
y mi otrora esperanza ya no existe:
mi débil fe tendida yace yerta.
Si tan solo dejases tus despistes…
Si tan solo mi espera fuese cierta...
Si seguro estuviera de que existes...