Trátame bien
trátame con amabilidad
con cuidado y consideración.
Háblame suave
como si yo fuera
el fiel guardian de tus secretos.
Mírame de frente
como la gacela observa
a un trébol de cuatro hojas.
Vivamos en la tranquilidad
como en una tarde de verano
cuando seres alados
susurran en los árboles.
Cuando me encuentres en la obscuridad
sujeta mi cara entre tus manos
y dime:
"Todo está bien
todo estará siempre bien
estoy aquí para apoyarte
estamos aquí para apoyarnos".
Seamos ingenuos y sensibles
como el lobo de mar
y sabios y humildes
como el pastor de ovejas
para que cuando estemos juntos
no nos de miedo
mirarnos a los ojos.
Arte visual: Ian Welden.