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Ella se divertía sola, jugando con algunas muñecas,
Varias de ellas ya viejas, con tristeza en sus rostros,
Ella no entendía porque estaba allí, en ese lugar,
Nunca nadie le explico, nunca le dieron razón.
Solo le dijeron “Quédate ahí, ponte a jugar”.
Y ella no entiende porque no puede salir,
Ella quisiera estar afuera, donde pega el sol,
Allá, donde escucha a otros niños jugar y reír.
No entiende porque la alejaron de él,
Porqué le dicen esas cosas que no puede creer,
Porque a pesar de todo, lo sigue queriendo,
Sigue creyendo en él, aún lo sigue amando,
Y lo extraña, aún lo recuerda,
Y a veces despierta en las noches buscándole,
Le llama, grita esperando tener respuesta,
Y esta nunca llega, pero no pierde la esperanza,
Y en su inocencia de niña no alcanza a comprender
Cual fue el motivo, porque la alejaron de él,
Y se imagina que él también la extraña,
Y que la busca desesperado gritando su nombre,
Isabel!, Donde estas!
Porque te alejaron de mi, si saben que te amo!
Y sueña con el día en que podrá de nuevo abrazarlo,
Acurrucarse a su lado, sentarse en sus piernas,
Sueña con el día en que de nuevo podrá besarlo
Y decirle cuanto lo ama, decirle cuanto lo ha extrañado,
Sueña con poder decirle… “PAPA”