No le pido que abandones tu casa
Que vengas a mí como hace el río,
Resbala en la piedra como grasa
Oscuro de la arena y viento frío.
Que baje de torre alta no le digo
Hablando conmigo si me abraza,
Me abraza la palabra en que me guió
Su eterno vaivén siempre me pasa.
No hace oscuridad espesa la melaza
Producto de pensar que no es el mío,
En cuanto que me ubico en la terraza,
Al verla cantar como hizo el pio
Cuando del nido ausente de su cama,
De cómo quedaba solo el amorío.