Jornadas de adivinación en tumbas
Manzanas podridas y envenenadas
No le entregaré mi sangre al demonio
Cada año solo porque todos lo digan.
Tradición antigua y maldita
Hoy no es la edad de hierro
Somos latinos, no somos Druidas
Eres un virus en nuestras vidas.
Y en el patio con mis hijos
No me sentaré a cortar calabazas
Tampoco colgaré fantasmas
En la puerta de mi casa.
Ni saldrán disfrazados por un dulce
Para manchar su inocencia al asustar
Se quedaran en casa con el principito
Antoine de Saint Exupery tiene más que enseñar.
Vete lejos brisa podrida del mal
Son mis hijos ángeles, no te celebraran
Enterraré profundo tu corazón desgraciado
Lo oiré latir algun dia, ya viejo y cansado.