Poemas de Pepita Fernández

Deja que tu cuerpo me hable

Tus labios, uvas moscatel

se vuelven vino dulce

 cuando mi boca los contienen.

 

 Tu aliento, suave armiño ,

  me  despega la piel erizada

 y me permea con su abrigo.

 

Tus ojos , mansos faroles,

 me inventan con   nuevos tornasoles.

 

 Tus manos ,  luciérnagas sin prisa,

instantes de placer eternizan.

 

Tus besos , deuda  siempre,

 pagan sus costos con intereses.

 

 Tu erotismo, encendido universo,

 atrae y  en estrella me convierte.