Nunca encontré una mirada tan perfecta como la de tu madrugada
atravesando la oscuridad desde un horizonte de polvo de estrellas
Eras tan fugáz como hermosa y perfecta, cuando enciendas
tus luces por el universo infinito, como una lluvia de mil cometas,
ya abré volado por tu silueta
Debí buscarte de noche o de día, en las peninsúlas de algún amanecer
o en aquellas melodías que tu llamas pupílas
No se si desaparecer era parte de tu belleza, pero que bello es
tenerte de cerca.
-Alejandro Gaona