Venus Maritza Hernandez

Oda a la vida

Luces intermitentes y galaxias de cal, 
cual letras consistentes y armonías. 
Palmeras, islas, vendaval y paz; 
inquietud, soledad, cariños, cesantías. 

Oleaje de olas tumultuosas,
es la vida de azarosa trayectoria. 
Más la calma de mareas sinuosas, 
son los logros besantes de memorias. 

Cual madrugadas de sol y brumas, 
pasan las noches y los días. 
Acompasados de neblina y luna, 
van tristezas y alegrías. 

Las nubes oscurecen el cielo despejado;
la felicidad se perturba en el ser humano. 
Nace otro amanecer embelesado de hados, 
en esperanzas resurgidas de las manos. 


El arco iris acompaña a la naturaleza, 
como aquel amor que resurge de la bondad. 
Ilumina el atardecer de colores y nobleza. 
apagando depresiones, apatías, oscuridad. 

Ondas del océano y sus nubarrones; 
es la vida de los hijos de Dios. 
Hay rocas, peces, sirenas, tiburones; 
realidad, fantasía, maldad, y amor. 

Al final del sol, luz de una estrella; 
se extasía esta oda de inspiración. 
Igual que el alba expandida en centellas; 
se despide trasluciendo amor.