La música despierta
Nuestros bellos recuerdos,
Y el alma se apacienta,
Para volver a verlos.
Cuando bellos, se funden
Una grata armonía
Y un poema candente,
Se aclara nuestro día...
¡se alimenta la mente!
No se entiende a un cantor
Que no acaricie el alma
Con las bellas palabras
De un buen compositor.
La música es sagrada
Desde remotos tiempos,
A ella se consagraron
Admirables talentos.
Arpas, violines, piano,
trompetas, saxofones,
Ritmos acompasados,
Si van acompañados
De versos bien sentidos,
Besan nuestros oídos...
¡brotan las emociones!