Extrañaba sentir la delgadez de su cintura
entre mis brazos, darle golpes en la frente y besarla
y a pesar de extrañarla mucho, aguante mis ganas
de hacer muchas cosas cuando la volví a ver.
La mujer que tanto ame, amo, esta frente a mi otra vez
pero esta vez es diferente no puedo tocarla
no puedo ni siquiera estar parado frente a ella
porque intentaría besarle los labios.
La bese tantas veces, la abrazaba las veces que yo quería
que hoy no puedo creer que debo pedirle permiso,
para al menos sentarme a su lado, cuando me dijo que tenía
frío, me guarde las ganas de decirle
“mi amor, ven a mis brazos”.
Hoy no soy mas el hombre que le hace soñar
pero ella siempre será la mujer de mi vida,
siempre será la musa que inspire mis mas bellos poemas
hoy no la tengo es verdad pero no la he perdido, mía en mis sueños
aun sigue siendo, y caminamos abrazados jugando a no pisar
la raya de la acera.
La amo, tal cual la vez primera mire sus ojos
y me quede enamorado y perdido,
la amo como cuando ella me dio el si,
volveré en cualquier momento lo juro mi amor, mientras tanto adiós.