MIEDOS
Anduve caminos de polvo y veredas de hojarasca, anduve senderos nevados y callejuelas sin alma. No sé qué tardaré en llegar pero sigo caminando, no sé si llegaré pero no pierdo la fe, en que caminando y aprendiendo el alma se va curtiendo, el espíritu engrandeciendo y el corazón resistiendo los envites del camino. No conozco mi destino ni lo intuyo ni lo atisbo, pero a mí me da lo mismo porque un pie tras otro pie, van trazando mi destino…
Los miedos se hicieron visibles en cada piedra del camino, los temblores me los tragué pero el miedo sigue conmigo. Temores que nublan el alma de la cabeza a los pies, horrores de mar sin calma que te hacen estremecer, que te despegan la piel y te atenazan el ser, como si fueran cadenas de ancla, que se hunde en el negro mar bajo la noche nublada…
De cuantos colores hay?. Yo ciño traje de luces… y pesan como mil cruces de anochecer hasta alba. Qué sembró en mi tal hastío… tal poder de desvarío?, que sin darme cuenta en lo andado todo el ser anda preñado de incertezas de Amorío, de inquietudes de sospechas y de que se me abran de nuevo las brechas por infortunios pasados y por sollozos quebrados.
Perdí la confianza en ti, tú que has dado tantos nombres a lo que buscan todos los hombres y al parecer cambia tanto. En mí, tienes rostro de mujer que un día eché a deber por mi confianza enamorada. Hoy, si te veo venir, creo que el miedo a perder no dejará que te apriete, que te ronde y te corteje como debería ser, que te ciña a mi piel para al estar ahí los tres, tú el miedo y mis pies… no sobren Mujer ni Hombre…
Rafa Rivas.
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