A veces creo que todas las palabras de amor para ti se me han terminado.
Pero solo basta con pensar en tu rostro para recordar que el bien y la verdad en el mundo todavía existen.
Me basta con pensar en la suavidad de tus manos para recordar que cualquier trayecto que recorramos es mejor si me tomas de la mano.
Con recordar tu mirada tengo para creer en el infinito.
Es suficiente recordar tus labios para creer que el cielo existe aquí en la tierra y llego a él con un beso tuyo.
Basta con recordar tu cuerpo pendular para creer en los milagros.
Solo tengo con pensar en la delicadeza de tu espalda para desear quedarme a vivir ahí, contigo.
Basta con recordar tu voz de terciopelo para dudar de la existencia de música mejor.
Me basta y me sobra con pensar en tu corazón y en tu alma para creer en la vida después de la muerte.
Es suficiente con pensar en ti para que vengan a mí todas las palabras de amor que creí haber olvidado.